Juventud
Juventud... Divino tesoro dirían por ahí... ser joven es una de las mejores etapas de la vida pero también la en la que más peligro corremos. En nuestras casas nos enseñan valores como disciplina, respeto y muchas cosas más, pero a veces estas enseñanzas las vemos como regaños.
Hoy en día ser joven es más difícil debido a que nuestras decisiones a esta temprana edad afectaran toda nuestra vida. Si decidimos tener relaciones sexuales corremos el peligro de un embarazo, ¿estamos listos para eso a la edad de 15 o 18 años? Listos para tener una responsabilidad tan grande como es un hijo? ¿Dejar de estudiar? Si estudiamos es por nuestro futuro, para salir adelante para conseguir un buen empleo y mucho más importante superarnos como personas. ¿Crees que debas dejar tus estudios cuando lo necesitas para tener un futuro mejor? Son muchas preguntas que debemos hacernos antes de tomar decisiones en nuestra vida.
Nuestros padres nos educan pero está en nuestras manos el camino que deseamos tomar. Pensando siempre en las consecuencias no en el momento, porque el momento pasa, en cambio las consecuencias de nuestros malos actos o buenos actos los llevaremos toda la vida.
Desafíos:
Hoy en día se enfrentan a muchos retos, pero son cinco los principales que más consecuencias ocasionan en sus vidas:
- Aumento de la agresividad
- Bullying o acoso escolar
- Sexualidad desinhibida
- Problemas con el alcohol
- Dependencia de la tecnología
Agresividad y Bullying:
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, un 24,8% de los niños españoles entre 11 y 18 años sufren o han sufrido acoso escolar.
Verónica Rodríguez Orellana, directora y terapeuta de Coaching Club explica,
“No tomar medidas para corregir estas conductas en edades tempranas, hace que los niños van adquiriendo un modelo de relación interpersonal tóxica y depredadora, basada en la fuerza y en la imposición, que va consolidándose con los años”.
Las consultas y terapias se incrementaron en el 2016 un 90% sobre temas de agresividad y acoso en edades comprendidas entre los 7 y los 17 años.
Detectar estos síntomas se vuelve en un factor clave para la prevención y lucha contra este acoso. La vuelta al colegio tras las vacaciones ya sean de verano, de Navidades o Semana Santa suelen ir acompañadas de la agudización de los sínt
omas. Enero y Marzo-Abril, son épocas en las que mayor atención se debe prestar al estado anímico de los menores.
¿Cómo podemos detectarlo desde casa?
Existen algunas actitudes comunes entre los niños que sufren este tipo de acoso. Podrás detectarlo en los menores cercanos a ti cuando:
- Note un especial cambio de conducta en el niño/adolescente
- La víctima no quiere asistir a clase
- Sufre el Síndrome del domingo por la tarde
- Notas que tiene golpes y moratones injustificados
- Muestra un alto grado de irritabilidad y nerviosismo
- Experimenta cambios de carácter
- Presenta tristeza injustificada
- No tiene ganas de ver a sus amigos ni de salir de casa
- Pérdida de objetos, por ejemplo, pérdida del dinero que les das para el recreo
- Padece cefalea y dolores abdominales
“Hay que tener muy en cuenta que el acoso escolar no es un juego inocente. El acosado no sobrevive al mismo reaccionando con una venganza de idéntico nivel y que el bullying dista de favorecer el endurecimiento del carácter de un niño, sino que siempre constituye una violación grave de sus derechos, degrada su dignidad como ser humano y puede tener unas secuelas difíciles de restañar en el devenir vital del individuo”, explica la directora de Coaching Club.
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http://rsocialeslinea.blogspot.com

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